El HARC Team de la Aduana holandesa interceptó en las últimas horas un alijo de 930 kilos de cocaína durante un control en el puerto de Róterdam, la terminal con un mayor movimiento de mercancías de toda Europa. El valor en la calle del lote es de más de 69 millones de euros, según las tasas de las autoridades policiales de Países Bajos.
Los narcóticos se escondieron en un contenedor procedente de Curaçao, en costas caribeñas, y se cargaron con aceite de cocina usado. La carga tenía como destino una empresa en Ter Aar (Holanda). Esta empresa probablemente no tenga nada que ver con el contrabando, según detallan fuentes del citado equipo HARC, una unidad de élite que incauta impotantísimas cantidades de droga en la dársena del Norte de Europa.
La hipótesis apunta al procedimiento del gancho ciego, de manera que la empresa importadora y la exportadora no tienen conocimiento de las actividades ilícitas. Los narcotraficantes pretenderían llevarse la cocaína en algún momento durante la llegada o el traslado de la misma.
