Enrique ‘Kiki’ Camarena fue uno de los primeros agentes especiales de la DEA (Drug Enforcement Administation) asesinados por una organización de narcotraficantes en el marco de una misión antidroga. El funcionario estadounidense aprovechó sus características latinas para infiltrarse en el cártel de Guadalajara, en México. Sin embargo, en 1985 sería descubierto, torturado y asesinado por un grupo de individuos en una secuencia aún no esclarecida por completo. Entre los presuntos autores de lo sucedido figuran personas ya detenidas y en prisión, así como otras en fuga, tales como Rafael Caro Quintero.