El Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica coordinó una intervención policial de carácter marítimo que se saldó con la detención de tres personas que viajaban a bordo de un barco pesquero transportando 500 kilos de cocaína de gran pureza por aguas del Pacífico Sur.
Los presuntos narcotraficantes, que no opusieron resistencia, fueron trasladados a tierra ya bajo custodia. Una vez allí, las autoridades procedieron al recuento de los paquetes y su pesaje, paso previo al interrogatorio de los detenidos con el objetivo de obtener datos acerca del origen y del destino del cargamento de estupefaciente. La droga alcanzaría un valor de 10 millones de euros en Norteamérica, 15 en Europa y hasta 30 en mercados incipientes como el australiano.